La retención de líquidos es un problema que afecta a gran cantidad de la población incluyendo muchas veces a los deportistas. ¿Qué es lo que causa la retenció de líquidos y cómo podemos evitarla?
Principales causas
La retención de líquidos es producida por un desequilibrio interno en nuestro organismo que hace que los líquidos no se eliminen de manera correcta en nuestro torrente sanguíneo. Muchas pueden ser las causas de este desequilibrio: sobrepeso, insuficiencia renal o hepática, embarazo, mal funcionamiento de las glándulas lifáticas, etc. En estos casos siempre debemos ponernos en manos de un especialista que nos haga un plan concreto para cada caso.
Otras veces las causas pueden ser externas: permanecer mucho tiempo de pie, consumir mucha sal, tomar medicamentos puntuales que favorezcan la retención, un estilo de vida sedentario, etc. En estos casos podemos cambiar algunos hábitos para evitar la retención de líquidos.
Pautas para evitar la retención de líquidos
Elimina la sal
La sal es nuestro mayor enemigo contra la retención de líquidos. Reducirla de nuestra alimentación va a favorecer de manera significativa la solución al problema. Lo ideal sería eliminarla totalmente. Puedes sustituir la sal con otras especias para darle más sabor: la pimienta, el romero u otras hierbas aromáticas.
Haz ejercicio
El ejercicio hace que nuestro metabolismo se ponga en marcha y la circulación sanguínea funcione correctamente. El sedentarismo desde luego no ayuda contra la retención de líquidos. Ejercicios apropiados pueden ser la bicicleta (no solo en la calle, también podemos tumbarnos sobre una alfombra y realizar el movimiento con las piernas en alto), natación, aeróbic, caminar, etc. Cualquier ejercicio que nos haga mover el esqueleto es bueno para activar nuestra circulación.
Evita la comida rápida y los dulces
Las comidas rápidas, envasadas y los dulces tienen un alto contenido de grasas saturadas, azúcares y sal. Esto favorece la retención de líquidos. Lo mejor es elaborar las comidas nosotros mismos puesto que sabemos lo que echamos a la sartén. Si tomas un alimento envasado lee bien la etiqueta porque muchas veces tienen un alto contenido en sal y no reparamos en ello.
Bebe agua
Contrariamente a lo que se piensa muchas veces, beber agua no favorece la retención de líquidos. Es más, una buena hidratación ayuda a que nuestro sistema funcione correctamente y el agua mantiene nuestro organismo depurado e hidratado. Al menos 2 litros al día es lo ideal.
Duerme al menos 7-8h al día
El descanso favorece la eliminación de liquidos. Si además eres propenso/a a que la retención se produzca en las piernas, puedes dedicar unos minutos antes de dormir a elevar las piernas o incluso dormir con una almohada bajo los pies.
Ingiere alimentos que favorezcan la eliminación
Estos son las verduras y frutas que además poseen sales minerales y vitaminas que favorecen nuestro organismo. También puedes tomar infusiones diuréticas como la cola de caballo o el té verde.