Cómo aliviar el dolor muscular tras hacer ejercicio

Es muy común sentir dolor después de hacer ejercicio físico, tanto si se es principiante como amateur, o si lo tienes por rutina o si comienzas a realizarlo después de un tiempo de parón. El ejercicio ayuda a mantenerse mejor física, pero también hay que tener en cuenta a “las agujetas”. Es normal que a la vez que mejoran el corazón, pulmones, huesos y músculos se produzcan esas molestias en nuestro cuerpo. ¿Cómo aliviar este dolor muscular?

Consejos profesionales para aliviar el dolor muscular

Después de la relajación es cuando suele aparecer, y suele persistir el dolor muscular hasta dos días. Es contraproducente comenzar a hacer ejercicio sin más. Los expertos proponen una serie de consejos para poder prevenir la aparición del dolor muscular o disminuir considerablemente sus síntomas.

  • Usar cremas calmantes. Existen una gran cantidad de cremas que pueden ayudarte a aliviar el dolor muscular tras hacer ejercicio. En este sentido, Radio Salil es un tipo de medicamento muy popular y que está especialmente indicado para reducir los dolores musculares y articulares de forma localizada.
  • Realizar calentamiento. Mediante el ejercicio suave, los músculos se destensan a la vez que aumenta el flujo sanguíneo por todo el cuerpo. Así, logramos preparar de forma eficiente nuestro cuerpo y evitar lesiones o luxaciones.
  • Emplear métodos adecuados. Hacer de forma correcta cada ejercicio que realicemos. Paulatinamente, mediante estiramientos, calentamos el cuerpo y evitamos daños musculares y en articulaciones.
  • Conocer nuestras limitaciones. No excederse en la realización del ejercicio, mejor y más conveniente progresar y aumentar el esfuerzo, y llegar en su ejecución hasta donde se pueda sin provocarnos tendinitis o esguinces.
  • Ingerir líquidos. La pérdida de líquidos, sobre todo mediante el sudor, nos hace rendir menos durante el ejercicio, y además constituye un regulador de la temperatura corporal. Su falta en el organismo puede producir calambres, fatiga o mareos. Bien agua, o cualquier bebida isotónica nos ayuda a sentirnos más fuertes y capaces.
  • Descanso muscular. Los días de descanso son críticos ante estos posibles síntomas, también para la reparación y crecimiento de los músculos. Pero, no hay que tener una completa inmovilización, pues el ejercicio moderado o más ligero durante este periodo nos ayuda a eliminar la incomodidad y rigidez muscular.
agujetas

Otros métodos

Pero si eres de los que realiza actividad física, pruebas nuevos ejercicios y aumentas tu rutina de entrenamiento a diario, existen métodos y alimentos que te pueden ayudar a reducir el dolor muscular ocasionado por tu esfuerzo.

  • Mediante el calor, este hace aumentar el flujo sanguíneo en la zona dolorida, a la vez que relaja los músculos.
  • El frío actúa sobre las fibras nerviosas, aliviando temporalmente la sensación de dolor, mediante la contracción de los vasos sanguíneos, reduciendo la hinchazón e inflamación de los músculos y articulación de la zona afectada.
  • Alternar frío y calor en contraste, como por ejemplo en la ducha. Al aumentar la intensidad de frío/ calor de forma brusca, se crea un bombeo externo/interno de la sangre, y se mejora así el alimento muscular que toma de los nutrientes del líquido vital.
  • Con baños de agua caliente, a la vez que se eliminan toxinas de la piel se consigue aliviar dolencias musculares, relajando mente y cuerpo. Si además el agua contiene sulfato de magnesio (se encuentra en sales principalmente) el efecto relajante y reducción de la inflamación se producen de forma natural.
  • Utilizar rodillo esponjoso y balones para combatir y aliviar la tensión muscular, inmediatamente después del ejercicio. Ejerciendo presión y frotando sobre los nudos musculares con estos elementos se puede conseguir alinear los músculos tensados.
  • Mediante la dieta. Para mejorar las dolencias causadas por el ejercicio y evitar la deshidratación se aconseja ingerir la cantidad necesaria de potasio en la dieta (3500 mg al día). Tener una dieta equilibrada a base de frutas (plátano, papaya, o zumos), legumbres y cereales(alubias, lentejas, soja…), frutos secos (nueces, avellanas…), verduras (espinacas, cardo…) y lácteos como el yogur natural, nos ayudará a sobrellevar el dolor.
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