Hacer deporte ayuda a comer sano, ¿Lo sabias?

Para tener una vida saludable y un buen estado de forma física, conviene que nos alimentemos de forma sana y equilibrada, y que a su vez hagamos deporte de forma pareja, manteniendo también los ritmos e intensidades adecuados.

El ritmo frenético en el que nos encontramos en nuestro día a día hacen que muchas veces nos lancemos a comer alimentos hiper-calóricos y con poco aporte nutricional. Esto tiene una explicación impresa en nuestro ADN que nos viene dado por nuestra memoria genética. Los alimentos calóricos son tan atractivos para nosotros porque nos aportan un suplemento energético de fácil absorción, algo ideal en caso de tener que cazar un ciervo con una lanza o tener que huir de un depredador en pleno bosque. Pero nada recomendable si el único esfuerzo que tenemos que hacer es estirarnos para alcanzar el mando a distancia. En resumen, no sabemos escuchar a nuestro cuerpo.

Hacer deporte ayuda a comer sano, lo sabias

Fuente: pixabay.com

Pero existe un hecho que ha llamado la atención del investigador vigués Miguel Alonso Alonso. Y es que observó como las conductas alimentarias saludables estaban estrechamente relacionadas con la actividad física. Para comprobarlo, realizó de recopilación bibliográfica sobre esta cuestión en la Universidad de Harvard, donde ejerce como investigador, llegando a la conclusión de que “la actividad física parece tener una función facilitadora de conductas alimentarias encaminadas al seguimiento de una dieta sana”.

Lo que sucede dentro de nosotros cuando hacemos deporte

Sin duda la actividad física regular produce cambios en nuestro organismo, más allá incluso de la estructura muscular. Además de influir en la resistencia, tamaño y fuerza de nuestra musculatura, también provoca cambios en la función y estructura de nuestro cerebro, aumentando la cantidad de sustancia gris e incrementando las conexiones de las zonas prefrontales del cerebro.

Con los datos que ha recopilado en su trabajo ha comprobado que el ejercicio físico regular nos aporta múltiples beneficios tales como:

-          Altera la respuesta de placer ante los estímulos provocados por la comida: nuestro organismo ante la demanda energética y de nutrientes recurre a sus instintos más primitivos para exigir alimentos más adecuados que satisfagan más eficientemente sus necesidades energéticas y nutricionales.

-          Aumenta la sensibilidad de las señales fisiológicas de saciedad: nuestro cerebro percibe más fácilmente las señales de saciedad emitidas por el estómago, haciendo que no comamos más de lo que realmente necesitamos. Esta autorregulacion de la saciedad nos viene dada desde la mas tierna infancia. Haciendo ejercicicio nuestro cuerpo se reeduca, recuperando la autorregulación natural de nuestra propia especie.

-          Mejora del control inhibitorio: nos permite tener un mayor autocontrol a la hora de escoger nuestros alimentos y elegirlos de forma más inteligente en base a nuestros objetivos marcados y a la propia inteligencia natural de nuestro organismo.

Que pasa a medio y largo plazo

Estos tres beneficios influyen directamente en nuestra conducta y hábitos alimentarios a medio y largo plazo. Cuanto más consolidada está la actividad física, también más patentes se hacen estos beneficios. Por tanto, si nos planteamos el objetivo de perder peso y mantenerlo a largo plazo, con el tiempo nos será mucho más sencillo, ya que nuestros hábitos se modificarán sin apenas ser conscientes de estos cambios.

Se podría decir que hacer deporte de forma regular, nos permite volver a conectar con nuestro YO primitivo. Nuestro cerebro se reajusta y reeduca aprendiendo de nuevo lo que realmente debe comer para que el cuerpo funcione de forma más eficiente. Por todo esto debemos mantener nuestra actividad física con constancia y aprender a escuchar lo que realmente necesita nuestro organismo.

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Fuente: SINC (Serivicio de Informacion y Noticias cientificas de España)

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