La diástasis abdominal es un problema estético y funcional que afecta tanto a hombres y mujeres, pero ¿sabes qué es exactamente la Diástasis Abdominal? Para saber más sobre este tema, nadie mejor que una profesional. Por ello hemos entrevistado a Irene García Periñán, fisioterapeuta colegiada (nº 8.404) y Máster en pelviperineología, trastornos uroginecológicos, abordaje obstétrico y fisioterapia en dolor pélvico y profesional fisioterapeuta en www.fisiomedit.com.
A Irene le hemos planteado seis sencillas preguntas que nos aclararán todo lo que necesitamos saber sobre este problema para nuestra salud.
¿Qué es la diástasis abdominal?
La diástasis abdominal o diástasis de rectos es la separación de los músculos rectos del abdomen ensanchando la línea media del cuerpo, la denominada línea alba. Es decir, la línea vertical que divide en dos la conocida como “tableta de chocolate”. Esta separación puede producirse más fácilmente durante un embarazo, pero no es la única causa.
¿Cómo puedo saber si tengo diástasis abdominal?
Si sospechas que puedes padecer diástasis de rectos, lo mejor siempre va a ser un diagnostico profesional. Para este podemos acudir a nuestro médico, a la matrona o a nuestro fisioterapeuta de confianza. Para el diagnostico bastarán unos sencillos test manuales sobre la pared abdominal. Otra buena manera de medir la diástasis y comprobar la integridad de los músculos es mediante la ecografía del abdomen. Que nos mostrará visualmente el estado real de nuestra musculatura. El médico es el encargado de realizarla.
El diagnostico por parte de un médico o un fisioterapeuta es esencial, pero podemos hacer una primera aproximación en nuestra casa si sospechamos que tenemos diástasis abdominal. Para hacer este test debes tumbarte boca arriba sobre una superficie estable. Recuerda que el suelo siempre lo tienes a mano. Flexiona las rodillas apoyando las plantas de los pies en el suelo. A continuación coloca un brazo detrás de la cabeza y coloca las yemas de los dedos de la otra mano en la linea alba - en mitad del abdomen y a través del ombligo (en la famosa tableta de chocolate). Ahora debes alzar un poco la cabeza para hacer un abdominal tradicional y a la vez palpar la unión de los rectos abdominales arriba y abajo del ombligo. Podrias tener diástasis abdominal si existe una separación considerable, de unos 2,5 centímetros. Aproximadamente dos dedos de separación.
A pesar de este sencillo test, si aún conservas alguna duda, no dudes en acudir a tu profesional, mejor que nadie podrá hacer un diagnóstico fiable.
¿Y todo esto que tiene que ver con mi suelo pélvico?
Los músculos de nuestro cuerpo no son independientes y para cada movimiento o función, deben trabajar todos en conjunto. Siendo más intensa su relación cuanto más próximos se encuentren al punto de actividad. El suelo pélvico esta por tanto estrechamente ligado a la actividad de nuestra pared abdominal y viceversa.
El suelo pélvico encuentra en el abdomen un distribuidor de la presión y sujeción para sus músculos y órganos. Los abdominales y el suelo pélvico deben moverse de manera coordinada para evitar escapes de orina, de gases o de heces, entre otras patologías.
Cuando los abdominales no tienen un estado adecuado, la masa visceral de la cavidad abdominal se desplaza hacia abajo y debilita el suelo pélvico. Es importante tener una pared abdominal óptima para la gestión de la presión intraabdominal en los esfuerzos, tos, estornudos, risa, etc…
¿Cómo solucionar la diástasis abdominal?
Para atajar este serio problema, lo más recomendado es la actividad física específica y dirigida. Hay múltiples ejercicios que puedes hacer para reducir el ensanchamiento de la línea alba. Recuerda que debe enseñarte personal cualificado y de manera individual, ya que cada caso es distinto y tiene sus propias necesidades.
El terapeuta especializado guiará tu tratamiento y, también, debes tener en cuenta los siguientes consejos:
- Es importante que te olvides de los abdominales clásicos, agravarán el problema.
- Evita guardar el aire durante los esfuerzos (apneas). ¡¡Presta especial atención al ESTREÑIMIENTO!!
- Si padeces diástasis evita quedarte embarazada, al menos hasta estar completamente recuperada.
- Se pueden usar fajas específicas, pero solo en casos concretos.
¿Qué ejercicios son recomendables cuando se padece diástasis abdominal? ¿Pilates? ¿Abdominales tradicionales? ¿Hipopresivos?
Como decíamos, los abdominales tradicionales son totalmente desaconsejables, ya que empeorarán la situación en lugar de mejorarla. En el método Pilates, que incluye los ejercicios abdominales clásicos, se realiza una flexión de la columna durante el ejercicio, se bajan las costillas y se produce un empuje de las vísceras hacia el suelo pélvico. Todo ello contribuye a que los rectos abdominales no se fortalezcan de la manera adecuada para cerrar la línea alba.
Por lo tanto este tipo de ejercicios con un descenso de las costillas favorecen el incremento de la diástasis y repercuten negativamente en los procesos de incontinencia y/o prolapsos de los órganos pélvicos. Por tanto también el Pilates ha de quedar descartado.
Los ejercicios más aconsejables son los Hipopresivos. Es casi la única gimnasia que, no sólo ayuda a que no aumente la diástasis, sino que la reduce.
Aunque no tenga diástasis abdominal, ¿puedo hacer hipopresivos? ¿Son recomendables?
Los hipopresivos son muy recomendables, aunque no se padezca diástasis abdominal.
Además de lo citado anteriormente, mejorar la postura por que actúa sobre el resto de estructuras corporales (columna vertebral, miembros superiores e inferiores y sobre el propio suelo pélvico).
Esto permite aliviar molestias y dolores de espalda, mejorar la postura y reducir problemas del suelo pélvico, tales como incontinencia urinaria, prolapsos, dolor durante las relaciones sexuales, ruidos vaginales, estreñimiento, hemorroides, entre otras, y por supuesto es la mejor forma de prevenir la aparición de la diástasis abdominal.
Tanto desde fisiomedit.com como desde Gym-In, insistimos en la importancia de un correcto diagnostico por parte de un médico o un fisioterapeuta capacitado, evitar los sobre esfuerzos, las apneas y los abdominales clásicos, y recurrir a los únicos ejercicios que corrigen y previenen la diástasis abdominal, los hipopresivos.