La dieta cetogénica es una dieta muy baja en hidratos de carbono y alta en proteínas de calidad y grasas buenas, consiguiendo hacer que cuando se sigue durante un tiempo prolongado, nuestro cuerpo queme grasa para producir energía.
Lo cierto es que nuestro cuerpo tiene muchos mecanismos de acceso a la energía. Si consumimos hidratos de carbono, el cuerpo los utiliza como primer recurso, ya que le resulta mas facil acceder a ellos. Si bajamos drásticamente el consumo de hidratos de carbono, nuestro cuerpo activa los mecanismos de producción de cuerpos cetónicos, es decir quema de grasa para producir la energía que necesita.

Argumentos a favor de una dieta cetogénica
- Es muy útil para activar la perdida de grasa en determinada situaciones donde un déficit calórico no es suficiente.
- La alta cantidad de proteína y grasa hace que nos mantengamos saciados mucho tiempo y perdamos esas "ganas de comer a todas horas" que producen los alimentos altos en harinas y/o azúcar.
- Aumenta los niveles de energía y elimina el cansancio que produce las comidas copiosas altas en carbohidratos.
- Regula el sistema hormonal (muy importante en personas con resistencia a la insulina)
Argumentos en contra de la dieta cetogénica
- Es muy restrictiva, por lo resulta difícil de seguir para muchas personas.
- Crea menos adherencia que otras dietas menos restrictivas y puede producir trastornos de alimentación.
- No está demostrada mayor eficacia en la pérdida de peso a largo plazo frente a otro tipo de dietas.
- Cuesta mucho mantener por largos periodos de tiempo.
Alimentos que se pueden consumir si se sigue una dieta cetogénica
- Grasas "buenas": aguacate, aceite de oliva, grasa animal, mantequilla, Ghee, mantequilla de frutos secos.
- Proteínas: carne, pescado, huevo, marisco, tofu, tempeh.
- Verduras crucíferas de hoja verde: espinacas, acelgas, espárragos, calabacín, brócoli, berenjena, canónigos, repollo, col, coliflor, pimientos, germinados, lechugas, etc.
- Frutas bajas en carbohidratos: arándanos, frambuesas, fresas, limón, mora, lima, tomate.
- Lácteos: queso, kefir, leche, nata liquida, yogurt natural (no elegir desnatados)
- Nueces y semillas: nueces de macadamia, nueces de brasil, pipas de girasol, semillas de sésamo o de chía.
- Bebidas: agua, café, te, infusiones, caldo de huesos.