El almidón resistente es un tipo de fibra presente en algunos carbohidratos que resiste a la digestión y actúa como una fibra soluble. Significa que el cuerpo humano no es capaz de absorberlo en forma de glucosa por lo que pasa directamente al intestino grueso para alimentar a nuestras bacterias (se convierten en prebiótico). Es uno de los alimentos más sanos para nuestras bacterias, y si nuestras bacterias del intestino están sanas, mejorará nuestra salud intestinal.
Tipos de almidon resistente
Tipo 1: Almidón no digerible al estar protegido por las paredes celulares vegetales. Se encuentra en legumbres, cereales y semillas.
Tipo 2: Es intrínsecamente no digerible, por su alto contenido en amilosa. Se encuentra por ejemplo en la patata (cruda) y el plátano verde. Si se utilizan altas temperaturas al cocinar o el plátano madura, se hace digestible.
Tipo 3: Denominado también almidón retrogradado, ya que se forma cuando ciertos tipos de almidón son calentados y enfriados posteriormente. Este tipo es muy interesante porque significa que podemos fabricarlo nosotros al preparar nuestros alimentos.
Tipo 4: Es un tipo de almidón artificial modificado químicamente. No existe en la naturaleza.
Esta separación en la realidad no es tan clara, pues los alimentos pueden contener de los tres primeros tipos depende de cómo los hayamos preparado/consumido.

Como preparar almidón resistente
Lo que es interesante para nuestro articulo de hoy, es el tipo 3 de almidón resistente porque como hemos indicado antes, podemos fabricarlo nosotros mismos. ¿Como? Debemos cocinar los alimentos primero y dejarlos enfriar en la nevera un mínimo de 5h (toda la noche es lo ideal). Una vez transcurrido este tiempo el almidón se habrá modificado y se habrá convertido en resistente. Podemos volver a calentar nuestros alimentos (a temperaturas no muy altas) y consumirlos de la manera que más no apetezca.
¿Qué alimentos son ricos en almidón resistente?
- Plátano verde y plátano macho: ambos ricos en almidón resistente per se. Si el plátano madura, perderá estas propiedades.
- Tubérculos*: patata, boniato, yuca, etc.
- Legumbres*: lentejas, garbanzos, guisantes, etc.
- Algunos cereales*: arroz, avena, trigo, trigo sarraceno, centeno, etc.
*Los últimos 3 tipos se convierten en almidón resistente si se comen después de cocinar, enfriar y recalentar a temperaturas no muy altas.
El almidón resistente es un gran aliado de nuestra dieta. No sólo para perder peso, sino para mantener nuestra salud intestinal. Obviamente no es la panacea, debe ser utilizado y acompañado de una dieta correcta y equilibrada, es decir no debéis aumentar la ingesta de carbohidratos solo porque los podemos convertir en almidón resistente. Significa que si los comes de esta manera, te aportaran mas beneficios.