Por Marina Berruezo Palencia (1-04-2013)
Hola, mi nombre es Marina y soy consultora en Recursos Humanos y coach. La mayor parte de mi día laboral la paso ante un ordenador ya sea en la oficina o en casa. Practico yoga y danza africana como aficiones pero mínimo unas 7-8 horas del día las paso sentada.
En la oficina no me había dado cuenta de las posturas tan malas que puedo adoptar ante el ordenador hasta que hace poco me empezó a doler el cuello casi cada día a la misma hora. ¿Qué estaba pasando? ¿El colchón de casa? ¿la tensión por la maldita crisis? ¿me había pasado con los movimientos de cabeza en la danza africana? Mmmmm… demasiadas horas delante del ordenata. Así que en ese momento decidí poner en práctica algunos de los ejercicios de estiramiento y relajación que hago en yoga pero la verdad es que solo me sabía un par y enseguida volvía a la rutina y el trabajo.
Cuando descubrí "Estira en la Oficina" en Gym-In todo esto cambió. Era justo lo que necesitaba para destensar los músculos agarrotados por las mismas posturas y los malos gestos, y encima no tenía que improvisar ejercicios sino que en los videos de Gym-in ya había una serie coherente de ejercicios y solo iba a ocupar 10 minutitos de mi valioso día, es decir, casi nada. Algunos de esos ejercicios me han sorprendido porque la verdad son muy sencillos y a la vez estiran algunos músculos que ni siquiera sabía que existían.
Otro beneficio que he observado es que justo después de hacer los estiramientos estoy mucho más productiva. Al menos en la siguiente hora estoy a tope, con un montón de energía. He decidido que las actividades que menos me gustan de mi trabajo las haré justo después de los ejercicios, a ver si me las tomo con más alegría.
Tengo la ventaja de trabajar con pocos compañeros en la oficina y no siempre están aquí pero cuando están los consigo convencer de que se unan a la práctica. Honestamente al principio me veían como un bicho raro pero después de ver las ventajas por sí mismos, ahora son ellos los que me recuerdan el break.
En fin, que creo que vale mucho la pena que todos los que trabajamos en oficios sedentarios nos tomemos esos diez minutos diarios para hacer un pequeño stop en nuestra rutina y estirar y estirar. Para mi cuello ha sido mano de santo y seguro que para la espalda y muñecas de muchos también lo será.
¡Ánimo!
